Por estos días se lleva a cabo en la British Library, en Londres, una exposición de manuscritos y primeras ediciones de grandes autores de la literatura inglesa. Organizada por área y períodos, es posible ver originales de Jane Austen, Bram Stoker, Arthur Conan Doyle, Virginia Woolf y Charles Dickens, entre otros reconocidos autores.
Los enigmas de las grandes letras pueden observarse en las llamativas caligrafías de Emily Brontë o Robert Louis Stevenson, o en el diminuto y extraño trazo de James Joyce, quien dividía la página en cuatro columnas de modo que las líneas eran extremadamente breves, ¿habrá escrito así todo el Ulises?
También es posible maravillarse ante un fragmento de The Hobbit (El hobbit) de J. R. Tolkien, de The Owl Service de Alan Garner o de Winnie-the–Pooh de Alan Milne. O deslumbrarse con una página de Alice´s Adventures Under Ground (Las aventuras subterráneas de Alicia) precedente de Alicia en el país de las maravillas, textos que Lewis Carrol escribió y acompañó con unos bocetos a partir de los cuales luego John Tenniel hizo los dibujos que pasaron a la historia.
Llama la atención también el cuaderno en el que J. K. Rowling, una escritora casi del siglo XXI, escribió Harry Potter and the Philosopher´s Stone (Harry Potter y la piedra filosofal). La misma muestra expone la edición original de The wind in the willows (El viento en los sauces) de Kenneth Grahame.
Un recorrido que estimula los sentidos, contribuye a pensar a los escritores como seres humanos e invita a preguntarnos por los misterios de los grandes autores y los grandes éxitos (aunque no siempre una cosa lleve a la otra).
La exposición permanecerá hasta el 25 de septiembre.